viernes, 18 de enero de 2008

Paquetazo en Bélgica y Europa


En seis años los europeos han vivido a sus anchas comprando y no midiéndose. Pero ahora, el rostro del entonces ministro de Economía del gobierno de Fujimori, Juan Carlos Hurtado Miller, está presente porque los países que conforman la eurozona han experimentado una inflación de 3%, el nivel más alto en seis años, según Eurostat.


En Europa el alza de los productos es una realidad. En la mayor economía europea, Alemania, los precios se encuentran en niveles de subidas del 3% interanual, el nivel más alto de los últimos trece años, aunque inferior al 4,1% de España. En Italia los precios suben a un ritmo de un 2,4% anual, en Bélgica del 2,9% y Holanda en 2%.

Los principales responsables de estas subidas de precios son los combustibles y los alimentos, que han empujaron fuertemente al alza el conjunto de la inflación, ya que, aparentemente, son productos que los ciudadanos no podemos dejar de consumir y que, en el caso de los combustibles, repercuten en el precio final de numerosos productos. Por ejemplo, en mayo 2007 el litro de leche fresca costaba euros 1.05 ahora se paga 1.42, el arroz de 0.99 ahora está a 1.19, los panes unos franceses deliciosos y crujientes de 0.25 su precio es de 0.37 y así sucesivamente. Por unas 5 piernitas de pollo chiquitas, nada que ver con nuestro pollo San Fernando piernón, 2.40 y si quieres pechugita para freirlas, 5.60. Por eso la gente opta por las conservas y los congelados, todos son más baratos.

Ah, pero esta tasa de inflación sí ha afectado a muchos belgas, holandeses y migrantes, quienes ya no compran como antes. Pero siguen igual comprando en otros supermercados que son algo más cómodos. Lo que sucede es que aquí también hay mercados “fancy” donde encuentras de todo, ah pero se paga un poco más. Existen los masivos como Carrefour, donde van todos a comprar casi al por mayor y también están los austeros de personal y de bolsas como Lidl, Aldi, Macht entre otros.

En estos últimos la presentación de los productos no importa, están allí en sus cajas de empaque uno tiene que romper las cajas para sacar los productos, no hay nadie que te pueda decir dónde está la semola, por ejemplo, tienes que recorrerlo para encontrarlo. Y al final cuando pagas tu sola empaquetas todo, o mejor lo echas al carrito de las compras porque atrás hay otros clientes que te miran si te demoras. No hay bolsas gratis, entonces hay que traer las antiguas. No hay empleado que gentilmente te ayuda a colocar las bolsas en tu carro, nada que ver, tu sola tienes que pulsear el peso de las aguas, leches, carnes etc. ¡Como extraño WONG!!!
Además, a los carritos hay que ponerles una moneda para que se desprendan de los otros y una vez que terminas la compra debes colocarlo a su sitio. Si no tienes monedas entonces imagínate esa visita en el supermercado.

Finalmente, para no aburrirlos, aqui al menos en Bélgica y Holanda existen las ofertas de lleve 4 y pague 3, la gente compra y congela, en muchos hogares existen además de la refri que conocemos, los congeladores, donde hay desde verduras frescas congeladas, carnes, golosinas, etc. Dinero congelado por las dichosas ofertas. Provecho.