jueves, 16 de septiembre de 2010

Cuando el cielo se abre

Cuánto aprecio el clima calmado de Lima. Hace dos días estaba sentada en un café intentando comprender un largo artículo sobre la definición política de este país y de repente el cielo se puso gris (como suele ocurrir en cualquier época del año) y cayó tanta agua que el corto tiempo que me tomó pararme y agarrar mi taza de café e ingresar bajo techo, terminé empapada.
En este final de verano, Holanda ha recibido más lluvia en un día que la que cae normalmente en todo el mes de agosto. En algunas ciudades ha caído más de 60 mililitros lo cual ha traído no sólo consecuencias de retraso para el tráfico, sino también para las economías locales. Se imaginan calles completamente anegadas, porque el subsuelo ya no podía absorver el agua? o por ejemplo tramos de importantes carreteras con el agua cubriendo las llantas de camiones y que debieron cerrar temporalmente. Los bomberos no pudieron acudir a ayudar a todas las personas que llamaron y las empresas de seguros ahora están desbordadas con tantas solicitudes de cobertura por esta adversidad, que ha sido calculada en 4 millones de euros.
Según la Agencia Ambiental del Clima de Holanda (NEAA por sus siglas en holandés), la cantidad promedio de lluvia en Holanda se ha incrementado durante el último siglo, con notoriedad en el invierno, es decir de octubre a marzo. Hasta el 2002 se consideró que Holanda tuvo un clima muy húmedo variando de 900 mm a más de 1,100 mm por año. En el periodo 1961 – 1990 se tuvo 780 mm por año, lo cual se considera normal.
Sin embargo, la NEAA considera que una precipitación por encima de los 50 mm en un día, es extrema y no se ha visto desde 1950.
Como fuere, tenemos previsto más lluvia en este fin de verano, así que la siguiente vez que tome un café, aunque el sol brille en lo alto, escogeré una mesa en el interior.



1 comentario:

pablo dante perleche hurtado dijo...

Hola Patty
Por la costa este de los EEUU el clima esta cambiado tambien. Hace un calor primaveral en pleno otoño.Ten cuidado con los resfrios.
Un abrazo
Pablo D. Perleche