lunes, 2 de marzo de 2009

Hablar con Dios...pero por celular!

La creatividad de los holandeses sorprende. Johan van der Dong, un artista que vive en Groningen, ha creado una línea telefónica directa con Dios. Según el artista su idea compara un ritual tradicional, como es la oración, con la urgencia del mundo de hoy de llamar por teléfono.
La línea de teléfono móvil, el 0031-6-44244901 (si se llama desde fuera de Holanda) da un mensaje, pero sólo en holandés, que dice: “éste es el teléfono de Dios, en este momento no puedo atenderte, pero deja tu mensaje o llámame más tarde”. El artista espera contestar aquellas llamadas desde su galería ‘Kunstruimte Nooderstation Noordoost’ en Groningen.
Van der Dong ha dicho que dejará el número directo con Dios, abierto durante medio año y espera muchas llamadas.
La idea del móvil, según el artista, es porque encaja con la idea de un Dios que siempre está disponible, al igual que las personas de hoy gracias al invento del teléfono portátil.
El artista ya tuvo gran éxito con otro proyecto parecido, en el que los holandeses podían enviar una carta a la dirección postal de Dios, indican los medios.
Esperemos que pronto el mensaje que uno escuche sea en otros idiomas.

2 comentarios:

Isaac William dijo...

Hablar con Dios por celular, me parece una idea un poco rara, talves eso describe como son los holandeses, creo que deben ser extraños, soy peruano y escribo desde Cusco. Esa idea se parece un poco lo que se hace en lima el 30 de Agosto en la csa de Santa Rosa, se pone cartas y adems se ponen monedas en un pozo. qui en Cusco tambien hay algo si, en el templo de la basilica menor de la Merced, hay una imagen del Niño de La ESpina que representa a JEsus cuabdo era niño, me acuerdo que mi mama me llevaba a ver esa imagen para que le pida un deseo, y veía que al costado de la imagen habia bastantes juguetes. Los feligreses, dejaban y dejan todaia juguetes como regalo para el Niño. Hay una tradicion de esa imagen, de porque ese niño tiene una espina en el pie. Me gustaria escribirlo en otra oportunidad.

Patricia Altamirano dijo...

Cusco, una ciudad para visitar mil veces y vivir bien. Solo la altura hace estragos. Gracias William por compartir esa bonita historia del Nino de la Espina, que alguna vez el maestro de imagenes q vive en San Blas me contó. pero de eso hace miles de lunas.