Una vuelta por Amsterdam es como salir del mundo real. Estatuas que se mueven al son del aire o de la propina que uno puede colocar en su sencillo mantelito, gente que hace publicidad gratis al logo I Amsterdam al usar ropa referida a esta campaña, miles de signos que hablan por sí solos.
En una tarde, en un paseo cualquiera, los ojos con ganas de ver, observan y toman estas fotos.
Pero esta costumbre de dejar a la calle que hable no viene de ahora sino de siglos atrás.
Una muestra es la loseta que dice que se ha cumplido el aniversario de 650 años de la calle Nieuwendijk en el 2000. Unca calle angosta, llena de tiendas, donde los turistas, holandeses y migrantes intercambian miradas, de asombro, de simpatía, de sentirse bien en una ciudad tan antigua.
Ahora comparto con todos ustedes esta maravilla.
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