jueves, 1 de enero de 2009

Efectos del último día del año

Dieron las 12 de la noche y la agitación alcanzó a una gran mayoría de holandeses que tomaron las calles para celebrar con fuegos artificiales, champagne y cerveza la venida del nuevo año, pero también hubo aquellos quienes destrozaron tiendas, casas y aparatos públicos.
Para muchas familias este día representa una noche de temor, porque no saben si llegarán a sus casas y a través del buzón para las cartas, los vándalos coloquen petardos y destruir parte de su vivienda.
Al día siguiente, uno puede comprobar cómo fue la noche. Calles repletas de papeles rojos, cajas de cohetes, saca chispas y todo tipo de fuegos artificiales acompañados de botellas de licor entre otros.
Muchas tiendas aseguraron sus ventanas de vidrio, la municipalidad se encargó de colocar cubiertas especiales a los basureros o en el mejor de los casos retirarlos para que los vándalos no revienten allí las bombardas y cohetes y de esa forma evitar que el daño sea mayor. Pero ni así se salvaron algunos parquímetros, que fueron destrozados.

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