lunes, 17 de marzo de 2008

Antibióticos no, paracetamol sí


Recetas de salud en Bélgica y Holanda deben ser prescritas por un médico

La verdad que nunca sentí miedo de ir a un médico para chequearme. Quizás de niña algunas veces, pero ya de adulta hasta le encontré gusto de visitar a mis médicos y conversar sobre sus familias y hasta tomarnos un café. En Bélgica ir a una consulta médica es otra historia.

A diferencia de Perú, donde existen clínicas, hospitales y médicos particulares a los cuales vas directamente, por estas tierras el sistema es más ordenado. Los días que el doctor no atiende al público en general se debe pedir una cita o “asprak”. Les recomiendo no ir nunca los lunes, puesto que los fines de semana son los días donde a la mayoría de personas les aparecen los males, por eso los lunes es fácil encontrar entre 11 a 20 pacientes esperando su turno a las 9 de la mañana. Y el horario de atención de los doctores empieza a las 8 am hasta las 11, pero ojo se permite el ingreso de pacientes sólo hasta las 9.30 am y hay que preguntar siempre quien es el último en la espera.


Una vez que te afincas en una ciudad debes escoger a tu médico de casa o “huisarts”. Estos doctores son una especie de “especialistas en todo”, sus consultorios están implementados hasta con los detalles más mínimos, como por ejemplo, una cama para revisiones ginecológicas, además tienen aparatos para medir y pesar a los pacientes, equipos estirilizadores y hasta toman muestras de sangre y de orina. Los resultados de los examenes de orina son casi al toque. En caso de que sea algo mucho más complicado, te recomiendan que vayas a la clínica u hospital y escriben una notita para el médico que te atenderá.

Aquí casi todo lo solucionan con “Paracetamol” o más conocido en el Perú como Panadol, cualquier otro tipo de mal, dicen que se debe al stress (del clima, de la vida misma y si eres migrante de tu etapa de adaptación). Si por mala suerte o por pésimo clima te da una faringitis, hay que encomendarse a Jesús y a todos los santos que recuerdes, porque para que te receten antibióticos debes presentar un cuadro bastante agudo, haber tenido fiebre alta, tener los gangleos inflamados y bueno casi ni poder hablar. ¡Qué exagero! Pues no esto me ha pasado en un año cuatro veces, entonces mi médico de casa me sugirió primero hacer examenes de sangre para ver si no se trataba de una alergia (al país ja, ja), pero sí me recetó Amoxicilina. Los resultados salieron negativos, así que me envió a un especialista de garganta y oído (keel en oor). Allí fui y bueno para descubrir por qué tanto se me inflama la faringe me hicieron otros examenes: de sangre, muestra de saliva, rayos X a la nariz y no salió nada, ni rinitis, ni sinusitis, ni la famosa enfermedad del beso (común por aquí), nada. Así que el diagnóstico fue: adaptación al clima!!! Y me recetó un antialérgico. Así es, y ahora que he tenido otra recaída ya ni ganas me da de ir al médico.

Los remedios son vendidos con receta y suelen colocar en el frasco o caja de pastillas el nombre del paciente, del doctor y cómo se deben tomar. Si uno llega a cualquier Apotheek o farmacia sin receta, le dicen “Sorry” , debe llamar a su médico para que nos apruebe la receta. Entonces, ¿se puede comprar algo sin receta? Sí, paracetamol, Vick vaporub, ibuprofeno, algunos jarabes para la tos como Siroxyl, Bisolvon, antigripales, cremas para las varices, para los golpes como Voltaren y varios otros paliativos, pero realmente los remedios que pueden cortar una infección (estomacal, bronquial, etc.) deben tener una receta médica.

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